24.6.10
Ro ro ro ro
1.6.10
Trivalente
30.3.10
Vieja Policia Loca
Así lo demuestra la autopsia, aunque no pudo ser "concluyente" sobre el origen de las lesiones que causaron el fallecimiento. Esta autopsia tampoco afirma ni descarta que hay muerto por golpes. La familia de Carballo sostiene que murió a raíz de los golpes por la represión policial.
27.3.10
25.3.10
star wars 10

Yo hasta hace poco tenia en mi memoria la cantidad exacta de veces en que fui al cine a ver STAR WARS, la 1, o la que hasta hace poco era la 1, ahora la 4, no? Ya no lo recuerdo, fueron 15, 18, 20?
20.3.10
17.3.10
16.3.10
Se viene la amapola
Eso es Amapola: un disco hecho para llevarse puesto lo que se le ponga adelante, pensado como el ejercicio más explícito de la tracción a sangre, aun cuando los arreglos sean los más cuidados que el grupo haya dispuesto alguna vez. Lo cual decepcionará a los que suponían que la espera vendría sucedida de cambios radicales, pero dejará más que contentos a los que, en el momento de darle play al CD, no quieran escuchar otra cosa más que a los mejores Divididos. Ya de movida con "Hombre en U" (que sonó en vivo varias veces, igual que algunas otras canciones que terminaron integrando el tracklist) revelan el truco que más usarían en el resto del álbum: un comienzo lento y tenebroso que, tras algunos compases, estalla en un riff zeppeliniano, para morir en una coda que enmaraña la guitarra, el bajo y la batería hasta convertirlos en una bola de ruido.
Éste es el signo del disco, la moneda corriente. Con sus diferencias, por este lado también va "Muerto a laburar", que promete sosiego, pero incumple antes del minuto de rotación con un fraseo casi metalero. O "Senderos", que se aloja en algún lugar entre "Sobrio a las piñas" y el paso cansino pero monstruoso de "She's so Heavy" de los Beatles. Y el hecho de que el grupo cumpla con creces su función de aplanadora del rock hace doblemente disfrutables las excepciones.
Hito número uno: "Jujuy", una clásica power ballad que se abre camino entre la bruma hasta llegar a un punto en el que nos dan ganas de gritar como si estuviésemos al frente de trescientos espartanos. Segundo hito: "La flor azul", una chacarera purista (nada de chaca-rock o híbridos similares) compuesta por Mario Arnedo Gallo (padre de Diego), con el aporte de Peteco Carabajal en el violín. Tercera excepción a la regla: "Avanzando retroceden", la "Mañana en el Abasto" de estos tiempos y estos lugares, con un punteo acústico pero oscuro que nos hace notar que en este disco no hay ningún Spaghetti del Rock, ningún cariñoso "Pepe Lui" con cuerdas.
A todo esto, todavía queda tiempo para el groove con "Perro funk", que conjuga en su nombre la síncopa y la rabia que lo caracteriza. Y para la emotiva "Todos", otro de los temas que ya escuchamos en directo, dedicada a las víctimas de la tragedia de Santa Fe.
El sábado 27 de marzo el grupo presenta Amapola del 66 en un show gratuito en la ciudad jujeña de Tilcara, acompañado por músicos de la Quebrada. Allí seguramente nos enfrentemos a reinterpretaciones viscerales de estas canciones que ya, en su versión de estudio, demuestran salir de las tripas. ¿Lo de siempre? Quizá, pero nadie se queja.
Encuentro entre velitas y decibeles
Lo que sobró en la escucha de prensa, además de pizza y cerveza, fue volumen: con los decibeles al palo (y a la luz de las velas), Amapola del 66 se reveló al periodismo tras una celosísima guarda, mientras en las pantallas se veían imágenes del DVD que acompaña al álbum (un documental sobre el proceso de creación, con entrevista de Alfredo Rosso incluida).
La intervención de los músicos fue mínima: mientras Mollo y Arnedo tuvieron sus breves discursos al inicio del evento, Ciavarella se limitó a hacer acto de presencia.
9.3.10
Mas al OE
8.3.10
El gran actor ARGENTINO
4.3.10
Y entonces llega el momento en que te vas. Repetido y previsible momento. Solo que -y he aquí la sorpresa- siempre es imposible no sentirme así de mal, ya técnicamente imposible por lo visto el esquive y humanamente insufrible además hacerse el distraído o el indiferente. Intenté con varias técnicas, para qué negarlo. Me avergüenza decirte que me pongo a pensar en bebidas frescas o en un alfajor de dulce de leche a la salida como si pudiera cambiarte por hábitos glotones y mucha mucha azúcar. Entonces qué. Para buscar sanar, no responder a tu despedida, es la primera decisión que tomo. Como si en esa ligera venganza recobrar algo de la piel que te estas llevando sirviera de algo.
Me levanto, me hago mate, hago el esfuerzo de mirar el sol desde la ventana y me siento en el baño esperando que pase otra cosa. A veces pienso que si alguien me concediera un deseo yo no sabría que pedir. Naufrago entonces y continúo haciendo tiempo. Esquivo mi imagen del espejo. Escucho el random en mi ipod y no reconozco la canción que suena. Me cambio de tema. Seguramente llegará el fin de semana a tiempo. Pero vuelvo a vos. Te pienso bajando las escaleras o reflejada en la vidriera y deshago mis imágenes antes de que me devoren. Hasta dónde tendré que caminar hoy para ducharme de esta sensación a desgarro.