siempre fui

Siempre fuí ecléctico. Y nunca lo supe.
O mejor dicho, 10 años después me enteré. No me puedo imaginar a los 15, 16 años sabiendo lo que esa palabra quería decir. Sin embargo no existe otra forma de clasificar a un pibe que escuchaba a Queen, a Iron Maiden y a The Police. Pero también: Friccion, La Torre, Kiss, Mateos, Saxon, Madonna, Soda, Twisted Sister, INXS y The Cure. De esa época de valiosos cassettes de Cromo TDK, de un grabador con SEIS! parlantes conectados en toda mi pieza, de luces de colores audioritmicas y con la Rock and Pop de la 106.3 todo el día sonando, me acuerdo de mis cassetes preferidos (con la cinta obviamente enganchada y trasparente):



1- The Game de QUEEN. Que banda por favor. Yo estuve en Velez y se lo voy a contar a mis nietos!!!! Mi viejo me tuvo en hombros TODO el recital!



2- BARON ROJO en vivo en Obras. Mi primer no original! (recital al que fuí, y que también mi viejo me acompañó -capo el viejo-). Lo compré en un tugurio heavy en una galeria de Flores un sábado a la mañana. Me acuerdo como hoy. El olor extraño y hermoso que había en ese lugar saturado de pelos largos y tachas metálicas. Ahi podía ver discos (si Discos!) inhallables de Maiden, de Judas, de Saxon, de Manowar...



3- Copando Orejas (compilado nacional). Tenía el Blues de los Plomos (me encanta ese tema), El tren de las 16 de Pappo, Gente del Futuro de los zurdos Pedro y Pablo, Va por vos de Zas -soporte de Queen!-, Nito Nestre, León, etc. Que discazo por favor! Me daba un poco de verguenza que me gustara tanto...



4- LA TORRE. Era un disco de sobrecito verde, no me acuerdo el nombre. Patricia Sosa era mi símbolo power sex! Esos pelos batidos, esas mini polleritas que estallaban, esas guitarras tan cercanas (cuantas veces los vi en vivos...) y poderosas (SIC!).



5- IRON MAIDEN. Powerslave me trasportaba por paisajes egipcios y largos viajes por mares embravecidos. Ahí comenzaba mi largo romance con el bajo y yo sin saberlo.



6- FRICCION. Para Terminar. Verlos en el Fenix de Flores me marcó para siempre. Ese sonido tán íntimo, tan oscuro (obvio). Me acuerdo estar en Valeria del Mar una noche ventosa a solas con mi walkman, el mar negro, la arena fria, la inquietante presencia de una chica especial por ahí cerca y con ese disco.