
Todavia recuerdo esa placita, de las redondas y chiquititas. Nos llevo una tarde, Gabo, a un compinche y a mi. Son de esas plazas, que solo las encontras, caminando borracho o escapando de la policia (este ultimo caso, puede ser el tuyo... o
bueno, tambien el primero entra en tus posibilidades)
La cuestion, era que seria el lugar perfecto, segun Gabo (conocedor de lugares perfectos, si los hay) para filmar un corto... (pero esa es otra historia)
El clima ayudaba, era Otoño, y un sol tibio, que bañaba las hojas resecas de los arboles, nos invitaba a seguir jugando con las camaras...
Pero, pasaron las horas, y esa tibieza dejo el lugar a un viento ralo, que despeinaba las hojas de los adoquines. Decidimos partir, sin olvidar la promesa
de Gabo, de, por la noche, conocer el mitico Graf Zeppelin.
Y asi fue, el sol se oculto, como esa plaza, rodeada de Aviadores y boulevares... y nos alejamos, camino hacia Castelar.
Finalmente, nuestro amigo (Gabo) cumplio la promesa, sellando asi, de manera implicita, un pacto de amistad que aun hoy perdura...
Mauricio
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