
Entre el hambre verdadera, la desesperación de un pueblo harto y los que sacaron tajada de todo esto con un rédito político (mucho saqueos parecían notoriamente organizados, las zonas liberadas hablaban claramente de connivencia) el caos se hizo tangible.

Lo vimos por tele y en la calle, en el supermercado de la esquina.

Quién no vió al Chino llorar desconsoladamente mientras de su mercado le robaban todo impunemente mientras De La Rua aparecía diciendo incoherencias, mientras más de uno se relamía a sus espaldas?

El presidente decreta el estado de Sitio luego de consultar con los militares. Hace dias trascendió que en ese momento los militares reunidos en cúpula general evaluaron como plan alternativo la toma del poder como forma de "garantizar la cohesión del pais y evitar la anarquía".
La noche llegó con noticias de muertos en enfrentamientos varios. Lo de "Muertos en enfrentamientos" me pareció patéticamente conocido a otra cosa. Pero esta vez eran muertos del pueblo (saqueadores) a manos de ciudadanos del pueblo ("dueños justicieros").

Seguían por tele emitiendo imágenes increíbles. Violencia, tensión. La Cámara de Diputados votó la derogación de los superpoderes al Poder Ejecutivo. De la Rúa habló en la cadena nacional y enseguida se desencadena la reacción del pueblo.

El Ministro de Economía Domingo Cavallo, gestor y mentor de gran parte de todo el caos económico del pais, renuncia. El riesgo país traspasó los 5000 puntos. Un nuevo ruido comenzaba a escucharse. Autoconvocado, el pueblo, se manifestaba en la calle haciendo sonar bocinas y golpeando cacerolas (éste último se convirtió en el símbolo de la lucha). El lema era claro: "que se vayan todos!"

Durante toda la madrugada del 20 de diciembre el cacerolazo continuó pacíficamente en decenas de lugarse emblemáticos de la Argentina. En la Plaza de Mayo miles de personas, jovenes, adultos, ancianos y niños, me manifestaban en total armonía hasta que llegó la represión policial presuntamente por orden del Jefe de la Policia Rubén Santos y el Ministro de Seguridad Enrique Mathov.
Los hechos fueron agravandose hasta llegar a su máxima expresión en horas del mediodía cuando 5 personas murieron baleadas y desangradas en pleno centro porteño.
A mansalva la policía golpeó, disparó balas de goma (!) y gases lacrimógenos como último intento por disuadir a las protestas.
Las Madres de Plaza de Mayo y otras tantas personas mayores fueron literalmente arriadas de la plaza con caballos. La situación era insostenible.

32 fue la suma total de muertos.
A las 18:40 se conoció la noticia. Fernando De la Rúa firmó la renuncia. Famosa quedaría la imagen del helicóptero despegando desde la terraza de la Casa Rosada.

Ramón Puerta, Presidente del Senado asume la presidencia provisional. Dias más tarde la Asamblea Legislativa nombraría presidente provisional a Adolfo Rodríguez Saá, en una sucesión de presidentes que incluiría también a Eduardo Oscar Camaño, presidente de la Cámara de Diputados ante la renuncia del puntano. Al final, el segundo día del año 2002, la Asamblea Legislativa proclamó a Eduardo Duhalde presidente de los argentinos hasta el 10 de diciembre del 2003, fecha pautada para elecciones generales.

El pais comenzó entonces a salir penosa y lentamente de una conmoción interna violenta que lo dejó al borde de una ruptura inédita y con una crisis económica insostenible que aún hoy sigue produciendo coletazos.

El golpe constitucional como se lo llamó tuvo muchas caras visibles. Fernando De la Rua, como responsable máximo por su figura presidencial, inepta y debil ante el boicot del que fue victima (no inocente). Domingo Cavallo, que con sus sistemáticos (y dudosos) desaciertos, terminó de arruinar la economía de un pais que ya de por sí venía golpeada por dos nefastas presidencias (con él mismo como ministro de economía) en la década del 90. Los grandes empresarios (no más de 20) que apuraron la crisis desde su lobby monetario. Los bancos y sus usureras pretenciones. Las presiones externas, EEUU en primer lugar. Las instituciones con su arraigada corrupción. La inutil maquinaria política y sindicalista argentina y sus intereses individualistas.
Y CADA UNO DE NOSOTROS QUE LO PERMITIMOS.


1 comentario:
Mas grato que leer un diario. No son grandes comentarios, pero son formas de avisar que por aqui estoy.
Publicar un comentario