24.7.07

viernes de peli: el gusto del dragón



Él salió y desde la puerta buscandola, perdió su vista en una maraña de taxis. Charcas al mediodía. Ella acaba de irse y dejarla partir es tanto rendirse como graduarse. Esto es crecer, se preguntó. Dudas, alivio y una extraña enfermedad de sintomas dispares: reir y temblar. Comiendo chocolate se perdió en la esquina y cada taxi que pasaba se llevaba algo suyo a un lugar alejado. Alejado. Babasonicos ahora en la radio, antes en las paredes alfombradas. Dishwalla en los oidos.

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