agosto

Volvia, medianoche en Castelar, Carajo en los auriculares, la noche vacía y calle a solas con el frio de Agosto. Diez cuadras, corro mejor asi llego más rápido. Una cuadra, dos y en la parte en que mas adentro de mis cavilaciones estaba, choco mis pies, la suela del zapato, con algo. El cagazo es grande. Me doy vuelta esperando encontrar no se que cosa, un tipo, un afano, que se yo, a esa hora todo es más... intenso. Hasta el miedo. Y no. Un perro. Un ovejero, grande. Uh, me muerde, fue lo primero que pienso. Pero no, el tipo con cara de amigo, pasa adelante y corre, pero no se va. Me hace entender como que me va a acompañar. Le agradezco, De nada, vamos no tengo mucho que hacer, En serio?, Si, te escolto hasta tu casa, La de mi vieja, Lo mismo, vamos, Vamos.
Corrimos juntos, una veces él al frente, otras yo cuando él se quedaba a pillar en algún arbol o a correr un gato solámbulo. Cuando abri la reja, el tipo se freno y desde la esquina en la ultima mirada dijo: hasta otro día. Chau Angel, le dije desde mi aliento a vino. Misión cumplida, puse en marcha el auto y me fui a casa. Empeza a ser mi cumpleaños-