19.12.07

Lesa HUMANIDAD

Asi quedó la tabla de CONDENAS:

Cristino Nicolaides (25 años) ex jefe de Ejercito.
Luis Arias Duval (25 años).
Santiago Hoya (25 años).
Juan Carlos Gualco (23 años).
Julio Simón (alias "el Turco Julián") (23 años).
Waldo Roldán (23 años).
Carlos Fontana (21 años).
Pascual Guerrieri (20 años).

Juez: Ariel Lijo (federal)
Veredicto: culpables de asociación ilícita, privación ilegal de la libertad, apremios ilegales y reducción a la servidumbre y otros...
Año: 1980
Victimas: Montoneros y otros.

Julio Simón torturador (‘el Turco Julián‘) en los centros clandestinos de detención Club Atlético, El Banco y El Olimpo, y el jefe de inteligencia y mano derecha de Camps en la bonaerense, Miguel Etchecolatz. También fue condenado a perpetua el ex capellán de la policía bonaerense, Christian von Wernich.
El cuarto juicio fue contra el prefecto Héctor Febres, el encargado de las parturientas en la ESMA a quien la muerte con cianuro libró de una sentencia judicial que debería haber sido pronunciada el viernes pasado.
Pese a los hechos atroces revelados en esos juicios, la responsabilidad de Nicolaides y los coroneles de inteligencia del ejército en el diseño y ejecución del terrorismo de estado fue ostensiblemente mayor, dada su jerarquía en la estructura castrense.
Antes de convertirse en jefe del ejército e integrante de la última junta militar hasta el advenimiento de la democracia, Nicolaides había comandado su Tercer Cuerpo y los Institutos Militares con sede en Campo de Mayo. En esa guarnición del ejército, la mayor del área metropolitana, funcionó un enorme centro de detención ilegal que acaso fue mayor que el famoso de la ESMA, en manos de la marina.

A su vez los coroneles retirados Jorge Arias Duval, Pascual Guerrieri, Juan Carlos Gualco, Carlos Fontana, Waldo Carmen Roldán y Santiago Manuel Hoya integraron con distintas responsabilidades el batallón de inteligencia que la Justicia consideró una ‘asociación ilícita‘ que ejecutó un plan criminal. La unidad no sólo coordinaba todos los destacamentos de inteligencia y centros clandestinos del ejército, sino que articuló con los otros servicios de inteligencia de las dictaduras de la región a través del Plan Cóndor.

En 1981, cuando la posibilidad de un juicio era remota, Nicolaides se jactó públicamente de haber interrogado a algunos de los milicianos montoneros secuestrados por el batallón 601 en la denominada ‘operación murciélago‘.
Estos intentaban ingresar al país para la denominada ‘contraofensiva‘ de 1979/80 y terminaron en Campo de Mayo, donde desaparecieron.

El reconocimiento motivó en 1982 un habeas corpus presentado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), origen de la causa que recién ahora pudo llegar a juicio tras dos décadas en el freezer por las leyes de amnistía sancionadas durante el gobierno de Raúl Alfonsín bajo fuerte presión militar.

Durante una de las audiencias orales ordenadas por el juez federal Ariel Lijo se revelaron detalles del fusilamiento de uno de aquellos militantes, Ricardo Zucker, hijo del actor cómico Marcos Zucker, en el campo de fútbol de la unidad por orden de Nicolaides. Los restantes están desaparecidos a excepción de una sobreviviente radicada en España.

La condena a este ex jerarca y a los coroneles de inteligencia representa un escalón para el enjuiciamiento unos 250 represores con prisión preventiva, que en su mayoría gozan del privilegio de la detención domiciliaria que se concede a los criminales ancianos.

(fuente http://www.nuevodiarioweb.com.ar)

Será justicia.

1 comentario:

Fer dijo...

Es un paso sí. Pero para mi 25 años es poco para tamaña cosa...

Además el domingo pasado me indignó la nota de la revista Viva de Clarin en la que muestran como viven los condenados en el pabellón de "Lesa". Es realmente patético...

Esperemos alguna vez una real justicia...

saludos