Si este es ultimo intento desesperado para convocar a los espiritus (habilidosos) del futbol, es una buena movida.
Ahora sí, que algún cabeza brillante se vaya dando cuenta que River hace mucho que no da espectacúlo (así, con acento en la u), que hace rato que nos ha quitado las ganas que ir a la cancha a gozar de su juego atildado, que hace rato que no vemos a un diferente que esos que nos hacían llorar de emoción hace unos años. Eso, hace años ya. Unos cuantos.
Por favor dirigentes: mátense todos. Sugerencia, la tribuna local, cuando uno va subiendo y se ve el rio; bueno, ahí está barbaro para pegar el salto al vacío. Por el bien de todos nosotros.
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