23.4.08
Nieve en Quebec
Tengo a mi sobrina en Canada (la extraño mucho a la guacha, hace ya 3 años que se fue). Hablamos el sabado. Me contó de la nieve ("al fin se está terminando esta mierda!"). La nieve nos diferencia hasta lo absurdo. La nieve se mete en su vida, al despertarse (lo primero q hace a la mañana es entrar a la web de su colegio para ver si las clases se suspenden o no!), al acostarse y en todo lo intermedio.
Un ejemplo de muestra: Llegando a su casa a Aly (asi se llama mi sobrina) le es imposible ver la puerta de entrada. Viene de la calle, 25 grados bajo cero, abrigo, guantes, todo; y su jardin es un laberinto de paredes blancas de casi dos metros de altura que lleva hasta la puerta. Entonces sí, a animarse, como en un parque de diversiones bizarro se mete en el juego. Curva, contracurva. Para luego si, el ritual conocido, lo mismo que hacía cuando abría su puerta en su querido Castelar: la llave, la cerradura, la puerta cediendo y casa. Al fin en casa. Cuándo te veré de nuevo.
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