13.12.08

Choque de trenes, TBA, Buenos aires, Argentina.

Mientras esperaba en Once que saliera algún tren, me preguntaba si alguna vez cambiaría ese ritual cabalístico que es volver a casa sano y salvo. Otra vez los trenes funcionaban mal. Condicional como les gusta informar por parlante. Accidente en Flores, decían. Otra vez la paciencia, que de tanto que apelo a ella ya la tengo cansada vea.
En fin, con 45 minutos de atraso en tren salió. Con tanta gente arriba como cualquier usuario del Sarmiento puede fácil imaginar. Al menos no hacía tanto calor. Y el tren avanzaba. Esto es para festejar, está de más decirlo.
A Liniers llegó bastante bien. A todos nos había bajado un poco la bronca. Queríamos llegar a casa y descansar. Pero llegaría la sorpresa. Siempre llega, porque el Sarmiento no permita que te aburras.
Apoco de salir de la estación se escuchó una pequeña explosión y enseguida un ruido como de un gas fluyendo desde abajo del coche en el que yo viajaba. Enseguida comenzaron los gritos. El tren de incendia, hay fuego, vamos, vamos para adelante que hay fuego, vamos. La gente comenzó a agolparse y por medio de empujones ansiosos pretendía pasar al coche de adelante. Pero claro, era tanta la gente que resultó imposible. Entonces, la desesperación, los gritos, los llantos de los chicos (que los había, y muchos). Alguien presionó el botón de emergencia y el tren se detuvo unos segundos después. Quedamos abajo del puente que separa la capital de la provincia. Entonces se dio la situación que todos sabemos que va a suceder en cualquier momento. La emergencia. Qué debería hacerse ante una emergencia?
Que alguien apretara un botón y las puertas se abrieran?
Que se pudiera sacar un matafuegos que algún lado?
Que existieran escaleras para por realizar una evacuación?
Que personal idóneo se presentara indicando como bajar del tren y por dónde caminar? Que las luces de emergencia funcionaran de inmediato?
Que por altoparlantes alguien tratara de calmar a las personas que mas nerviosas se ponen?
Bueno nada de eso ocurrio.
MAS BIEN TODO LO CONTRARIO.
Las puertas no se podían abrir. Los mas altos arrancaron las tapas que se encuentran sobre las puertas y arrancaron las mangueras neumáticas y violentaron las puertas como pudieron.
Las ventanas se podían abrir pero no lo suficiente para que una persona quepa por ellas.
Las luces se apagaron y no volvieron a encenderse hasta una hora y media después.
No hubo mensajes indicatorios desde los parlantes del tren por una sencilla razón, los trenes no tienen parlantes.
No llegó personal de TBA preparado para realizar evacuaciones, solo un puñado de empleados que con vocación de ayudar acercaron matafuegos y extinguieron el fuego de inmediato.
No pudimos hallar ni escaleras ni material útil para este tipo de situaciones con riego de vida para los usuarios. Porque imaginen la situación, un tren atestado de gente, una situación violenta, un ruido a explosión, el olor de los cables quemados, (si hasta pude sentir el calor en el piso a través de mis zapatillas), la angustia de no saber qué está pasando, si uno está por morirse achicharrado o no.
A los diez minutos todo había terminado, el fuego extinguido y la gente en calma, a pesar de todo. Todos nos preparábamos para seguir viaje cuando ocurrió otro accidente. El tercero de la tarde. El tren que estaba saliendo de Liniers por la vía lenta nos chocó de atrás y rompió los vidrios de su primer vagón. Varias personas terminaron lastimadas y fueron atendidas en hospitales. Enseguida llamaron a los bomberos, llegó la policía, las ambulancias. Otro caos.
La gente empezó a bajarse de ambos trenes cuando la electricidad del tercer riel todavía estaba conectada (Que alguien me ayude, la electricidad del tercer riel es de 800v?). Nadie puede imaginarse lo que es ver bajar al a gente de los trenes. Escaleras torcidas, puertas trabadas, vidrios rotos en el piso, ratas muertas (y vivas), más de metro y medio hasta el piso. Un piso que es de piedras. Tenés que ver a las pobres viejas intentando no morirse en el intento. O quebrarse la cadera que es casi lo mismo (total andá a hacerte curar en un hospital argentino). Todos se tiraban a las vías y se preguntaban unos a otros que pasaba. La situación empeoró aún más. Empezaron los peritajes, la acción de los bomberos, de la Federal, mientras tanto nosotros, los pasajeros, íbamos y veníamos en medio de las vías esperando que alguien nos explicara algo, que nos dijera cómo volver a casa (los colectivos tenían racimos de personas colgando de las puertas), que nos pidiera disculpas por otro día más de servicio pésimo.
Empezó a hacerse de noche, mas de 90 minutos tardaron en recomponer la situación. Y a eso habría que sumarle los minutos de espera de la tarde (cuando había sido eso, parecía que había pasado una eternidad de tiempo). Mujeres embarazadas miraban desde los asientos del tren muerto con cara de resignación. Una pareja de ancianos estaba a punto de llorar. Los chicos lloraban sin pedirle permiso a nadie. El susto había pasado pero ellos van a recordar ese viaje por mucho tiempo.
A las diez de la noche el tren volvió a la vida. Se encendieron las luces y todos aplaudieron por anticipado. Son esas cosas que da la ironía y la resignación de tener a estas empresas de ladrones que en los noventa un Ladrón Mayor les dio la Carta Franca para que pudieran robar a su antojo. TBA. Entre corcoveos en la intentona por liberarse del otro tren que lo retenía, nuestro tren al fin avanzó y tomó velocidad. Nadie podía creerlo. Alguna vez alguien pensó lo que sería contar esto a un, por ejemplo ciudadano suizo o dinamarqués? Que pensarían. No podrían entenderlo. Yo me pase media hora al lado de los bomberos, escuchando las conversaciones que tenían los empleados de TBA, o con la policía. Fascinante. Aprender de esas cosas, de su rutina. En fin, quizás es mejor no saber. Y seguir, darle para adelante y aguantar y aguantar. Alguna vez éste nefasto servicio va a cambiar. Aunque mi abuelo me contó que en el 60 muy diferente no era la cosa.
En Morón recién paró el tren. Y por los parlantes se escuchó Cautelar solamente. El grito fue unánime. Creo que si no lo hubieran cambiado a Moreno, en Cautelar otra vez hubiera habido fuego. Es que se ríen de uno. El sadismo es inaudito. Qué pretendían, que la gente se bajara de un tren que hacía 3 horas avisa salido de su origen y espera el tren de atrás así, tan mansamente?

Yo entiendo los desmanes, no apruebo los destrozos (aun falta la maquina de pasajes en la estación de Castelar, esa que rompieron hace 4 meses, porqu eno la arregla TBA para culparnos a todos?), pero entiendo el descontento. Porque todos lo vivimos diariamente. Porque es increíble la ineficacia de la empresa. Porque es insostenible la situación precaria con la que funcionan las formaciones. Porque es pesimo todo: el trato del personal, la compra de boletos, el estado de las maquinas de monedas, la limpieza de los vagones, la seguridad con que se viaja, la vigilancia, los horarios, la comodidad. Todo. Créame, todo.

Para terminar, le cuento. Cuando el tren llegó a la estación por fin, me paro en la puerta para bajar. Y la puerta se trabó! Entonces, permiso, permiso, permiso, (recuerden, el tren estaba repleto), y con suerte, llegué hasta la otra puerta (que sí estaba abierta) y logré bajar antes que el tren arrancara, feliz y contento, al fin, en mi casa. Porque eso quería, recordé con nostalgia, llegar a casa temprano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

LLORE...
D.S.T.

Anónimo dijo...

Alguna vez alguien pensó lo que sería contar esto a un, por ejemplo ciudadano suizo o dinamarqués? Que pensarían. No podrían entenderlo.

te lo cuento si queres, lo comente con los alemanes, y si no lo pueden creer no entienden como podemos viajar asi... en fin ya te contare con detalle cuando nos juntemos.

Es muy triste todo lo q contas

besote!

Anónimo dijo...

la verdad betty page es l a mujer mas hermosa para miy mi grupo de amigas la admiro como a nadie es mi chica de toda la vida yo quisiera ser como ella es la mejor de todo el mundo