Somos dos turistas argentinos que recorrieron el Camino del Inca llegando a Machu Picchu el domingo 24 después de soportar cuatro días de intensas lluvias. Logramos bajar de la Ciudadela el mismo domingo a las dos de la tarde, ya que nuestro tren partía rumbo a Ollantaytambo a las 18. Cuando llegamos a la terminal de Aguas Calientes a las cinco de la tarde nos comunicaron que no iban a salir los trenes porque habían ocurrido derrumbes sobre las vías en distintos tramos, pero que iban a intentar solucionarlo ese mismo día. La noticia de la cancelación definitiva nos llegó a eso de las 9 de la noche. Obviamente la gente salió a buscar alojamiento con lo cual la ciudad se quedó sin alojamiento disponible. Luego de recorrer un par de hostels buscando una habitación, un grupo de turistas que habíamos hecho el Camino del Inca juntos optamos por dormir en la estación. Allí nos comunicaron que posiblemente se iba a restablecer el servicio al otro día a las 5.30 de la mañana y amablemente nos ofrecieron dormir dentro del tren en vez de tirados en el hall de la estación.
Al otro día a las cinco de la mañana nos levantamos para intentar conseguir alguna información acerca de a partida de los trenes. Después de discutir un rato nos dejaron un telefono y una computadora de la boleteria para avisar a Buenos Aires de nuestra situación. Sin saber qué hacer decidimos aprovisionarnos bien y largarnos a caminar.
Salimos de Aguas Calientes a las nueve de la mañana cuatro chicos argentinos, un español y un alemán. Con todas nuestras cosas intentamos salir por las vías del tren. Allí personal de defensa civil nos exigió que dejaramos constancia de nuestros nombres, nacionalidades y números de pasaporte. Al mismo tiempo apareció personal del ministerio de sanidad que no quería dejarnos salir porque decía que la ruta estaba intransitable, que la posibilidad de aludes era muy grande y que el río estaba creciendo mucho. no obstante, tanto la policía como defensa civil decían que ellos no tenían directivas de no dejarnos pasar, con lo cual comenzó una pelea entre las mismas autoridades. El representante de sanidad decidió ir a buscar al jefe de policía mientras que los mismos oficiales nos autorizaban la avanzada.
Así fue como comenzamos el recorrido de los 28 kms que unen Aguas Calientes con el paraje del km 82, desde donde sale el Camino del Inca y donde nos habían dicho que podíamos tomarnos algo que nos dejara en Cuzco. Caminamos durante siete horas, parando cinco minutos por cada hora. El panorama a nuestro alrededor era bastante desolador e incluso asustaba porque el agua bajaba con mucha fuerza. En total contamos diez derrumbes sobre las vías. Sin embargo, sólo vimos personal de Perú Rail trabajando en dos puntos, con lo cual recién se reestablecería el servicio en unos cuantos días.
Cuando llegamos al pueblito del km 82 nos dijeron que las rutas que comunicaban con Ollantaytambo y Cuzco estaban anegadas o directamente no existían más, pero que había un señor que nos podía llevar hasta el próximo derrumbe para seguir caminando. Cuando lo encontramos nos dijo que lo haría por un sol, francamente no nos quedaba mucha opción así que decidimos subir a su camión transportador de ganado junto con los nativos porteadores. Recorrimos tres kms a bordo del camión hasta que el camino se tornaba intransitable. Allí nos bajamos y caminamos unos 300 mts hasta que encontramos una combi que nos ofreció llevarnos hasta el próximo derrumbe, pero esta vez por 1,5 soles, por tratarse de turistas. Nos subimos los seis y recorrimos otros 5 km hasta que el camino se cortaba, esta vez en el medio de la nada, pero nos dijo que si caminabamos derecho dos km llegaríamos a un pueblito. Así llegamos a un pueblo muy humilde (e inundado) ya caída la tarde y preguntamos si había algún servicio que nos dejara camino adelante, nos dijeron que habláramos con un tipo que tenía una camioneta que en un a de esas lo hacía por una propina. Efectivamente estaba dispuesto a hacerlo a cambio de un sol por cabeza. mientras lo esperabamos se nos acercaron unos periodistas de O Globo para hacernos una nota porque eramos los primeros turistas que proveniamos de Machu Picchu y pasabamos por esta ruta, aunque no tuvimos tiempo por tener que tomar la combi, ya que era nuestra ultima oportunidad.
Así fue como llegamos hasta Ollantaytambo, a eso de las seis de la tarde. Allí ya estaba lleno de turistas porque es parte de la zona conocidad como Valle Sagrado. Recién ahí fue cuando nos relajamos. Sin embargo, no todo había concluido. Nos informaron que no era posible llegar a Cuzco porque el puente de Urubamba no estaba transitable, con lo cual era imposible cruzar el río. En ese momento, se nos acerca un chico que dice que una combi estaba saliendo en este momento para Cuzco y que iba a intentar cruzar de todas formas, nos subimos nuevamente a un combi, esta vez a cambio de diez soles, y llegamos sanos y salvos a Cuzco a las 9 de la noche, 12 horas despues de haber empezado nuestro periplo.
La verdad que la situación de los turistas en Aguas Calientes no es tan importante como la de los peruanos que viven en los alrededores del río. Ellos son los que deberían ser evacuados primeros, ya que perdieron sus casas, cultivos, y todo lo que tenían. Aquí, en Cuzco se organizaron colectas y ollas populares pero no me parece que vaya a alcanzar para abastecer a tanta gente.
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