Pero no, no es verdad. Ahí están. Inútil es decir que mires ahora, se van esfumar antes de que mires, están por todos lados pero como en la películas, en el instante en que mires ya no estarán, y vas a tomarme por loco, pero no estoy loco, no mas que ayer cuando me creías cuerdo y no tenías dudas de mi.
Tené dudas del mundo. No todo es tan lineal como pensas. Ahora mismo se están riendo de vos porque saben que pensas así, igual que todos. Pero no te enojes, no se rien de tu estupidez, ellos no saben de estúpidos y de inteligentes. Para ellos somos todos iguales. Quizás por eso se escondan. Pero dejá no me hagas caso, no hay que juzgar, es malo jugar. El mismo paso del tiempo va a prepararnos a todos para el momento tan trascendente. Unos mas tarde, otros antes, pero todos, todos, todos, todos. Nosotros todos.
Podríamos poner espejos, o filmar, lo pensé. Pero tengo dudas, no lo intentemos, tengo miedo, no quiero ofenderlos, no se qué haría si se fueran. Ya no lograría vivir. Es difícil la vida sin maravillas, sin estos detalles que nos dicen que por algo vale la pena seguir. No me animo a vivir una vida solo con las cosas que vemos sin mirar. Ahí están ellos y ahora acá estoy yo, y me siento bien al decirlo, yo soy yo, de nuevo, y ellos, que miran desde allá, son eso que no vemos, y así está bien. Pero están y son tan reales como la rosa o como el elefante del zoológico.
Te conté de la vez que nos reímos tanto? te conté de la vez que me arroparon mientras dormía? te conté de la vez que tuve que defenderlos de eso? o de la vez aquella? dejá. Ya estaremos preparados y el momento de conocerlos llegará. Por ahora dejemoslo así, mirá me arrepiento de haberte contado nada. Ellos deciden. Nosotros... nosotros somos tan poca cosa.
Vamos. Cerrá bien. Salió el sol. Este es el momento en que dudo. La noche me hace creer. Dejá no te juntes con locos. Ni viejos ni locos, eso dice el refrán. Ni viejos ni locos.
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