Un osado grupo de madres reclama en silencio por información sobre sus hijos. Dias, semanas y hasta meses, si saber nada de ellos, las moviliza. Los ojos de la violencia de Estado las observa, primero con recelo, luego con una cierta gracia: "Las locas de Plaza de Mayo", las bautizarían para ridiculizar y empañar su lucha.
Sin embargo, tras jornadas y jornadas conmovedoras, y con la llegada del mundial de Futbol, su lucha daría frutos. Organismos internacionales de defensa de derechos humanos posarían sus ojos en ellas también y la dictadura comenzaría a resquebrajarse lentamente. Aunque para esa fecha Azucena Villaflor ya no estaba: Secuestrada por una patota liderada por el represor Alfredo Astiz, haciéndose pasar por hermano de un desaparecido, fué asesinada en uno de los tantos vuelos de la muerte. Fué arrojada al Rio de la Plata y su cuerpo enterrado en el cementerio de General Lavalle como NN Masculino, luego de aparecer en playas de Santa Teresita.
"Pero ese día ellas estaban solas en Plaza de Mayo, ante la sede del poder y rodeadas por un descomunal despliegue represivo." El primero fue un sábado pero pasó a los jueves y así se institucionalizó.
1 comentario:
Muy buena foto! saluditos
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