Dicen que la secundaria es la mejor etapa de la vida. Puede ser. Tuve momentos hermosos en esa epoca. Pero ahora la sensación que me viene de ese momento es la una especie de disgusto por no haber hecho todo lo que debería haber hecho. Cómo era yo: un tipo depresivo, dark, absolutamente introspectivo, bajo perfil y definitivamente pasivo y vergonzoso. Pero también era deportista, divertido, me gustaba el metal y quería ser raro. Me contentaba con ser un adolescente incomprendido, lejos de todos y escondido en mi habitación (Heroes, ray Loriga) y la realidad era que todavía no había crecido como el resto. Era un nene que venía un paso atrás de lo que mi espíritu necesitaba de mi. Los complejos pueden ser lo mas cruel en tu vida. Tenía un par de talentos y escribía mejor de lo que creía. Varias cosas las hacía mejor de lo que creía. Y poco creía en mi. Eso fue lo que me limitó. No haber creido. A eso se debe mi inconformidad actual, a mi falta de temple para sobreponerme, a mi fuerza endeble para pelearla. Si alguien me decía que era un boludo yo no reaccionaba (una chica a la que le gustaba me lo dijo e la cara y yo solo callé y me quedé pensado).
Eso sí hacía: Pensar. Mucho pensaba. Todo el tiempo. Sabés lo que hacía? Pensaba. Pero pensaba a destiempo la mayoría de las veces. Pensaba en situaciones que la que no se debe pensar y no pensaba cuando la situación lo requería. Pelee poco (a veces hay que pegar y que te peguen), robé poco (los besos que se roban son los mejores besos) y arriesgue nada. Nada.
A contramano pasó mi adolescencia. Divertida, fuerte, deliciosa: tuve una banda, cientos de equipos de futbol, un programa de radio, fui parte de un centro de estudiantes que manejaba todo un colegio -intenso y mediocre-, varios amigos y pocas mujeres. Y a pesar de todo estoy disconforme. Creo que estuve a punto de alcanzarme pero llegué tarde. Luego todo cambió. Llegaron los noventa y todos fuimos otro.
Ey RLP todavía pensás que cambiaste?
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