
En años anteriores volver no era lo mismo.
Y no hablo de muchos años atrás. Ya no de adolescente. Me tenias que ver la mañana del lunes, volviendo al trabajo después de las vacaciones, usando los trasportes y caminos usuales, los que todo el año utilizaba. Pero claro, 15 o 20 dias sin usarlos los dotaba de una especie de matiz diferente, como una ciudad distinta que poco a poco volvía a ser la misma.
Pero esas horas, que se extinguían rápido eran hasta interesantes. Si hasta te confieso que un poco de nostalgia me daba ver de vuelta el tren, o subir al subte, o andar por las calles y ver sus negocios. Que es cierto,
eran las mismas calles de siempre pero por unas horas al menos parecían calles raras, desconocidas o para no exagerar, algo olvidadas.
Este año fue diferente.
Nada de nostalgias, ni de raras sensaciones de volver a casa. Solo calles sucias, trenes llenos y miles de espaldas yendo y yendo. Qué me está pasando. Creo que si no logro rescatar algo nuevo en algún rincón de esta vida voy a volverme loco.
1 comentario:
mal de capitales baby...
de este lado todo se ve mas relajado.
de veras.
d.s.t.
Publicar un comentario